El primer
paso ser el de la elección del terreno b hacer un análisis exhaustivo del que
ya poseemos. Este examen lo haremos con la ayuda del arquitecto que proyectar
la vivienda y un radiestesista de confianza, de manera que ambos inspeccionen
el terreno y den su veredicto. Si el arquitecto también es radiestesista, tanto
mejor, porqué estar en condiciones de comprender mejor la problemática global
que ha de resolver en el proyecto.
No es
fácil encontrar un terreno perfecto que reúna absolutamente todas las
condiciones, pero si el que tenemos es realmente malo, con geopatías
insalvables y mal orientado, no dudemos en desprendernos de él, y buscar uno
adecuado. Es mejor este criterio que construir una casa sobre un lugar que
comprometa nuestra salud.
Los
puntos que se tendrán en cuenta entre el futuro propietario y el
radiestesista-arquitecto son:
1.-
Tamaño del terreno de acuerdo a las necesidades del proyecto.
2.-
Verificar que no existan en sus cercanías: Líneas de alta tensión,
transformadores sectoriales, industrias contaminantes, vías férreas, carreteras
o aeropuertos ruidosos. En esta última observación hay que tener en cuenta la
dirección del viento en ese momento, pues nos podemos engañar.
3.- Buena
orientación, que comporta una cuidadosa observación del asoleamiento y posibles
barreras solares, ya sean topográficas, edilicias o vegetales. Es muy útil en
esta observación el empleo de una máscara de recorrido solar para esa latitud.
(Trataremos de explicar de forma práctica como se construye una de estas
máscalas de recorrido solar en la próxima publicación de nuestra revista).
4.- Topografía del terreno y tipo de suelo. Observar que sus desniveles,
no distorsionen la idea que tenemos de lo que será nuestra casa y su relación
con el propio terreno, como así también de nuestro presupuesto, ya que los
movimientos de tierra y tipo de cimentación necesaria en estos casos pueden
resultar caros. Esto mismo es válido para el tipo de suelo, pues hay casos que
por su composición y características requieren fundamentos especiales.
5.- Buen
entorno: vistas, paisaje y vegetación adecuada.
6.-
Obtener datos y conocer el microclima del lugar.
7.- El
radiestesista deberá examinar:
a) Si hay venas de agua.
b) Fallas geológicas.
c) Si existe contaminación
eléctrica, magnética, química, anímica y ambiental. Si existen indas de forma
nocivas, radioactividad, gas radón, aire ionizado negativamente o yacimientos
minerales perniciosos .
d) Ubicación de las líneas
Hartmann y Curry y sus cruces.
8.- Pedir
al ayuntamiento la calificación del terreno para conocer las reglamentaciones a
las que está sometido, no sea que existan limitaciones que pongan en serio
peligro el desarrollo del proyecto, o que esté afectado por alguna razón y nos
prohiban edificar.
9.- Examinar
la escritura y el título de propiedad en el Registro de la Propiedad, por si
estuviera embargado o en sucesión. Si está en estas circunstancias y aún en
vías de resolverse, tener en cuenta que si necesitamos un crédito hipotecario
para edificar, la entidad financiera no lo otorgará hasta que todo esté
legalmente en condiciones.
10.- El
precio ha de ser justo y adecuado en relación de la casa que se construirá.
Nunca está de más comparar su precio con otras parcelas en venta dentro de la
zona.
11.- Tener
en cuenta las comunicaciones para trasladarnos a ciudades o centros cercanos
sin necesidad del automóvil.
12.- Y
por último, llevar a toda la familia al terreno, permaneciendo una buena parte
del día para verificar que todos se "sientan bien" en el lugar.
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